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viernes, 1 de julio de 2022

Turno 3


Capítulo II

Huesos al sol

 

El tráfico de polvo de Piedra Bruja siempre ha sido un negocio peligroso, pero muy lucrativo, al menos eso ha pensado siempre Magnus. También Magnus suele pensar en lo que opinaría su madre, que le puso tan piadoso nombre cuando nació en una pequeña aldea a orillas del Reik, si lo viese hacer negocio con los peligrosos ogros nómadas que recorren las Tierras Oscuras, o esconderse de los esclavistas enanos que recorren Zorn Uzkul...

Aunque aún le queda algunas jornadas de viaje por tierras peligrosas, siempre siente un alivio cuando deja atrás la humeante llanura y se interna en el Paso de los Muertos. El nombre no ayuda desde luego a bajar la guardia, un estrecho sendero que se interna en las montañas y que cruzan las altas cimas hasta las Tierras Yermas. 

- Esta vez sí que es la última vez, se dice a sí mismo. Lo lleva pensando desde la primera vez que se embarcó en el oscuro negocio del tráfico de sustancias prohibidas, pero la suerte no le sonríe en la vida, según su punto de vista. ¿Qué culpa tiene él de que las cartas le saliesen mal? ¿o que los dados estuviesen cargados y lo descubriesen? ¿o que aquella moza resultó ser un Halfling amigo de lo ajeno? cosa que descubrió al despertar... decididamente la suerte le da la espalda.

El Paso de los Muertos debe su tétrico nombre a los incontables huesos que siembran el sendero blanqueándose al sol por las incontables batallas ocurridas es el estrecho desfiladero. A izquierda y derecha se puede ver allá un cráneo, allá unas vértebras, mezcladas con la maleza y los guijarros. Los muertos no cuentan cuentos, le decía su padre cuando niño. Estos muertos podrían contar cuentos, seguro, cuentos de sangre, conquistas y siempre, muertes violentas.

Magnus buscó un saliente en la roca que le diese algo de sombra, era hora de comer algo y descansar lo necesario para recuperar algo de fuerzas. Sacó de su saquillo un mendrugo de pan duro y unas tiras de panceta seca. Mientras masticaba sin realmente ganas, reparó en un cráneo que asomaba entre unos arbustos bajos. Las cuencas vacías parecían observarle con la misma desidia y aburrimiento con la que él miraba la blanca superficie ósea, la mandíbula cerrada, como si guardase los cuentos que ya no podría contar.

- No sé que habrás hecho tú para verte en esta situación, pero yo desde luego es la última vez que hago esto, así evitaré verme como tú. Dijo en confidencia, como quien habla con un viejo amigo.

Un cuervo graznó sobre su cabeza. No sabía si el cuervo estaba allí antes de que llegase él o si en un silencioso planeo había llegado ahora. No le gustaban los cuervos, a nadie le gusta los cuervos. "Plumas negras, ojos negros, corazones negros", decía su tío abuelo Alfrich.

Volvió su atención al cráneo. Cuencas vacías, cuencas negras, como el cuervo. Pero algo le llamó la atención, el cráneo tenía la mandíbula ahora abierta, en un remedo de mueca burlona, el cuervo graznó de nuevo con fuerza. Giró la cabeza sobresaltado. Algo no iba bien, nada bien, su abuelo habría dicho... que cojones! su abuelo no se habrá acercado a estas malditas montañas! Sintió como los vellos de la nuca se le erizaban, nada bien, nada bien. El pánico empezó a apoderarse de su corazón, de su mente, de sus manos. Dió un brinco, se golpeó en la cabeza con el saliente, y el dolor le nubló la mirada, cerrando los ojos con fuerza. -Joder! al abrir los ojos lo que vió no mejoró las cosas... - nada bien, se dijo. El cráneo movía la mandíbula a imitación de una silenciosa carcajada, fue lo último que vió antes de sentir un poderoso golpe en la espalda que lo hizo caer a la oscuridad más absoluta...


TURNO 3

La acción se traslada a las estribaciones orientales de la cadena montañosa, en concreto a la entrada del Paso de los Muertos desde Las Tierras Oscuras, azotadas por el viento y la magia oscura provenientes de la Desolación de Azgorh

El estrecho desfiladero es una trampa mortal para cualquier insensato que no tome las oportunas medidas de seguridad en su avance. Huesos blanqueados por el sol tapizan el suelo tras siglos de invasiones y emboscadas, mientras las escarpadas paredes confinan a las columnas de ejércitos en el estrecho paso, dejando solo la opción de avanzar, ya que las opciones de maniobrar en una retirada es garantía de masacre y aniquilación.

 

Localización: Paso de los Muertos

 Limitaciones de ejércitos: además de las propias de campaña, el ejército de menor puntuación en la clasificación podrá elegir si ambos juegan con sus mejoras y desbloqueos o con las del rival.

Escenografíael campo de batalla debe representar el paso de los muertos, los bordes largos representan escarpadas paredes montañosas. Adicionalmente se debe colocar un elemento de escenografía que represente un Pozo de Huesos (pág. 124 del Reglamento).

Escenario: se lanza un dado, con un resultado de 1 se jugará el escenario 5 "Encuentro Fortuito" con los bordes largos formando el Paso tal y como se describe en el escenario 3, con cualquier otro resultado será el escenario 3 "Batalla por el paso".

Regla especial: los vientos de la magia soplan con fuerza arrastrando las hebras de magia desde la Desolación de Azgorh, cualquier personaje que pueda canalizar magia suma un +1 en su tirada para canalizar dados de energía.

¿Qué facción será capaz adentrarse en el desfiladero dejando atrás los huesos de sus enemigos blanqueandose al sol?

 


 

1 comentario:

  1. Cuánto dura el turno? Son fechas complicadas y habrá que organizarse para no acabarlo en blanco!

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